JESÚS
Y vino a Nazaret, donde había sido criado; y entró, conforme a su costumbre, el día del sábado en la sinagoga, y se levantó a leer (Lucas 4:16).
Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Mas si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos (Mateos 19:16,17).
Orad, pues, que vuestra huida no sea en invierno ni en sábado (Mateos 24:20).
Jesús pidió que sus discípulos oraran para que su huída de la sentenciada ciudad de Jerusalén no sucediera en el día sábado. Esta huída ocurrió en el 70 d. C. (40 años después de la Crucifixión).