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El Sábado
Usted me dirá que el sábado era el día de reposo judío, pero que el sábado cristiano ha sido cambiado al domingo. ¡Cambiado! Pero ¿por quién? ¿Quién tiene autoridad para cambiar un mandamiento expreso por el Dios Todopoderoso? Cuando Dios hubo hablado y dijo: 'Santificarás el séptimo día,' ¿quiénes se atreven a decir: 'No, tu puedes trabajar y hacer toda clase de negocios el séptimo día, pero has de santificar el primer día en su lugar? Esta es la pregunta más importante, la cual no sé cómo puede responderse.
Usted es un protestante, y que profesa ir conforme la Biblia y la Biblia solamente, y sin embargo en un asunto tan importante como la observancia de un día de cada siete como día santo, que va en contra de la carta clara de la Biblia, y puso otro día en el lugar de aquel día que la Biblia ha mandado. La orden para santificar el séptimo día es uno de los Diez Mandamientos; usted si cree que los otros nueve están todavía vigentes, ¿quien le dio autoridad para alterar el cuarto? Si son coherentes con sus propios principios, si realmente siguen la Biblia y la Biblia solamente, usted debería ser capaz de producir una parte del Nuevo Testamento en donde este cuarto mandamiento esté expresamente alterado.
—La Biblioteca de la Doctrina Cristiana, páginas 3 y 4
El primer precepto en la Biblia es el de santificar el séptimo día: Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó. Génesis 2:3. Este precepto fue confirmado por Dios en los Diez Mandamientos: Acuérdate del sábado para santificarlo. ... El séptimo día es reposo para Jehová tu Dios. Éxodo 20: 8, 10. Por otra parte, Cristo declara que Él no ha venido para abrogar la ley sino para cumplirla. (Mateo 5: 17.)
Él mismo observó el sábado: Y, conforme a su costumbre, entró en la sinagoga el día de reposo. Lucas 4: r6. Sus discípulos también lo observaron después de su muerte: Ellos. . . descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento. Lucas 23: 56. Sin embargo, con todo el peso de la autoridad de las Escrituras para la observancia del sábado o séptimo día santo, los protestantes de todas las denominaciones hacen este día profano y transfieren la obligación del mismo al primer día de la semana, o el domingo.
Ahora, ¿qué autoridad tienen para hacer esto? Ninguna en lo absoluto, excepto la palabra no escrita, o la tradición de la Iglesia Católica, que declara que el apóstol hizo el cambio en honor de la resurrección de Cristo, y el descenso del Espíritu Santo en ese día de la semana.
—John Milner, El fin de la controversia religiosa, página 71
El dia de reposa significa, por supuesto, el sábado, el séptimo día de la semana, pero los primeros cristianos cambiaron la observancia al domingo, para honrar el día en que Cristo resucitó de los muertos.
—Fulton Oursler. Cosmopolitan, septiembre de 1951, páginas 34, 35
Yo no pretendo ser un estudiante aficionado a las Escrituras. Leí el decálogo simplemente como un hombre común y corriente en busca de orientación y en las 'Diez Palabras' inmortales encuentro un proyecto para la buena vida.
—Id., la página 33
ntes. Su mensaje divino nos enfrenta a un profundo desafío moral en una epidemia del mal; un mensaje unificador aceptable al igual que para los Judíos, musulmanes y cristianos. ¿Quién, en la lectura de los Diez a la luz de la historia y los acontecimientos actuales, puede dudar de su identidad con la ley eterna de la naturaleza?
—Id., página 124
El sábado fue ordenado a observarse en el séptimo día. No podría observarse en cualquier otro día. Para observar el primer día de la semana o el cuarto no es el de observar el sábado.... Era el último día de la semana, después de seis días de trabajo, que debía ser santificado. La observancia de este y no de algún otro día cumpliría la ley.
—H. J. Flores, BA, BD, El valor permanente de los Diez Mandamientos, página 13
La evaluación del domingo, el día tradicionalmente aceptado de la resurrección de Cristo, ha variado mucho a lo largo de los siglos de la Era Cristiana. De vez en cuando se le ha confundido con el séptimo día de la semana, el sábado. Pueblos de habla inglesa han sido los más consistentes en la perpetuación de la errónea suposición de que la obligación del cuarto mandamiento ha pasado al domingo. En el lenguaje popular, el domingo frecuentemente, pero erróneamente, es referido como el Sábado.
—F. M. Setzler, Director Conservador del Departamento de Antropología, del Instituto Smithsonian, en una carta con fecha 1º de septiembre de 1949
El que observa el sábado mantiene correctamente la historia en la cual se celebra su autenticidad, y por lo tanto cree en la creación del primer hombre, en la creación de una morada para el hombre justo en el espacio de seis días, en la primitiva y absoluta creación de los cielos y la tierra, y, como un antecedente necesario de todo esto, en el Creador, que al cierre de su último esfuerzo creativo, descansó el séptimo día. El sábado se convierte así en una señal por la cual los creyentes en una revelación histórica se distinguen de los que han permitido a estos grandes hechos desaparecer de su recuerdo.
—Jamer Murphy G., Comentario sobre el libro del Éxodo, comentarios 20: 8-11